Pequeña guía para hablar con los árboles y otros seres #
No se puede sentir un beso en un verso: nunca será un beso. El mejor poeta podrá evocar un recuerdo. Si no has besado antes serán palabras vacías.
Hemos aprendido a vivir y a entender el mundo a través del pensamiento racional, y no es malo per se, pero hemos dejado de prestar atención a otras capacidades perceptivas que van mucho más allá de lo que se puede expresar racionalmente (en palabras, números, fórmulas…). La meditación es un camino para volver a activar esas percepciones.
La idea es dirigir la atención de la mente hacia formas de percepción y conocimiento que trascienden las palabras. No porque las palabras estén mal, sino porque, por su propia naturaleza, limitan la experiencia.
La danza, el canto y la música también nos conectan con esa percepción pero la meditación es la única que nos lleva al silencio.
Entrar en el silencio y en la quietud, es el camino para empezar a oír lo que el universo nos está susurrando.
Contexto #
Escribir esta guía como propuesta meditativa surge como parte del trabajo de investigación en arte y magia realizado durante una residencia artística en Italia, donde parte de la práctica consistía en hablar con los árboles.
El objetivo es acercar la práctica de la meditación y la expansión de la percepción y la conciencia a quien tenga oídos para oír. Se trata de un texto divulgativo con énfasis en la simplicidad.
Este texto combina muchos años de trabajo, retiros y experiencias en meditación, caminatas conscientes por el paisaje y varias técnicas corporales, especialmente de masaje. Solo se mencionan dos de mis maestros, debido a la claridad con la que los entendí en su momento.
Hacia adentro #
Cuando nos hablan de meditación, casi siempre se refieren a una práctica de atención hacia adentro. Vipassana y el mindfulness van en esta dirección.
Para explicar este camino, me gusta usar las enseñanzas de Shatro sobre las 4 anclas. Estas anclas nos ayudan a encontrar un lugar donde poner la atención y diluir el pensamiento textual.
La naturaleza de la mente es regresar constantemente a ese pensamiento textual. Esto no es un problema, pasará siempre. Sin juicio ni “castigo”, intentaremos, amablemente, volver la atención a las anclas. La práctica consiste en regresar la atención a las anclas una y otra vez. Si podemos mantener la atención en varias o en todas al mismo tiempo, mejor.
Nota sobre la postura
En esta forma de meditación, la comodidad es muy importante. Si la postura causa algún dolor, puedes intentar entrar allí por un momento, escuchar lo que sientes y ver si el dolor se disuelve. Si esto lleva demasiado tiempo o no sabes cómo hacerlo, cambia la postura para estar más cómodo, tantas veces como sea necesario, siempre que esto no te distraiga demasiado. Si no puedes evitar el dolor, deja la práctica. Tal vez mañana sea más fácil. No hay prisa.Nota sobre la respiración Respira como lo sientas, por nariz o boca, combinando. Es más importante prestar atención a cómo respiras que dirigir la respiración.
Ancla 1 - Sentir el cuerpo #
- Peso del cuerpo siendo atraído por la gravedad: Tierra.
- Tendencia natural de la columna a estirarse y estar más cómoda recta, permitiendo una mejor inspiración: Cielo.
Puedes usar cualquier secuencia de “exploración” corporal. A mí me gusta especialmente la siguiente:
Dirige la conciencia hacia:
- Los pies.
- Las piernas.
- El pecho.
- La postura de la espalda.
- La cabeza.
- Repite la misma secuencia en el lado derecho.
- Luego en el lado izquierdo.
- La columna y su conexión con el cielo.
- Todo el cuerpo y sus sensaciones.
Ancla 2 - La conciencia de la respiración #
- Entrada: vida, energía, vitalidad.
- Salida: dejar ir, relajarse, muerte.
Cada vez que inhalamos, la vida entra en nosotros. Cada vez que exhalamos, la vida sale de nosotros y dejamos ir: tensiones, ideas, el cuerpo… Morimos… y volvemos a nacer en la siguiente inhalación.
Ancla 3 - Sonido #
- Sonidos: ninguno es mejor que otro.
- Silencio: el espacio entre los sonidos.
Intenta escuchar todo lo que sucede a tu alrededor, cerca y lejos. No importa dónde estés. Amplía tu percepción hacia los detalles, tanto próximos como distantes. Luego, si puedes, escucha el silencio entre los sonidos.
Ancla 4 - Sentir el espacio interior #
- De la forma a lo sin forma.
- De la piel al espacio.
Hacia afuera #
Pequeña introducción teórica #
Una vez que hemos alcanzado una relativa tranquilidad hacia adentro, podemos, lentamente, abrir los ojos, dejar que el mundo entre en nosotros y sentir que somos el mundo.
Al abrir los ojos, usamos la mirada ampliada. Esto consiste en expandir la atención a la mayor parte del campo visual que podamos abarcar. Un ejercicio que ayuda a desarrollar esta mirada es:
- Extiende los brazos directamente frente a ti con los pulgares hacia arriba, justo delante tuyo.
- Lentamente, abre los brazos hacia los lados mientras mantienes la vista en ambos pulgares.
No se trata de competir para ver hasta dónde llegas; el propósito es explorar y ampliar la atención.
Podemos elegir qué parte del exterior queremos escuchar más, como si sintonizáramos nuestra atención. Lo que sucede fuera siempre ocurre también dentro, pero algunas cosas son más fáciles de percibir externamente.
La energía, la vida, o como se le quiera llamar (chi, ki, prana, aliento de vida, etc.), suele percibirse como una onda o una ola. A veces se manifiesta como calor, especialmente a través del tacto. Lo interesante es que no es una nota única, sino una sinfonía.
Muchos creen que hubo una nota original de la que todas las demás son resonancias armónicas (el Om, el Verbo que se hace carne, el Big Bang, etc.).
Cristina Ratti usa la analogía del mar para explicar esta sinfonía de movimientos:
- Las olas en la superficie: rápidas, más o menos fuertes, siempre en constante cambio.
- Las corrientes, a unos metros de profundidad: movimientos más lentos y con direcciones más estables.
- La marea: más lenta aún, con diferencias que pueden abarcar varios metros según la observación, silenciosa pero poderosa.
- Las profundidades del océano: un espacio de quietud dinámica, oscuro y aparentemente inmóvil, pero lleno de vida y movimiento.
Escuchar al otro #
Una vez que hemos alcanzado una relativa tranquilidad hacia adentro, podemos, lentamente, abrir los ojos, dejar que el mundo entre en nosotros y sentir que somos el mundo.
Ahora, nuestra atención está simultáneamente dentro y fuera: en la respiración, las sensaciones, los sonidos, el cuerpo y la totalidad de lo que podemos ver.
Escuchar al bosque #
El bosque es una red de vida que conecta a muchos seres y se extiende más allá de lo que podemos ver. Realmente cada bosque, cada árbol nos conecta con toda la vida del planeta.
Imagina que entras en esa conexión. Percibe sus formas, sus colores. Respira profundamente y deja que esa vida entre en ti: los olores, los sonidos, una gota, una hoja que cae cerca o sobre ti. El tiempo del bosque es diferente.
Abre tu corazón con cada inspiración y permite que la vida de afuera se encuentre con la vida de adentro. Tú eres el bosque, tú eres la vida. Todo está en ti, solo necesitas recordarlo. Nunca ha estado en otra parte.
En el ir y venir de tu respiración, si tienes algo que preguntar, hazlo. Luego, olvida la pregunta y evita esperar una respuesta con demasiada ansiedad. La respuesta llegará en su momento: tal vez en el instante, o más tarde, cuando estés cocinando, duchándote o incluso soñando.
Las respuestas suelen hablar en símbolos, seguramente no sean palabras. Pueden llegar como recuerdos inusuales, imágenes o sensaciones en el cuerpo. A veces, aparecen canciones que no recordabas y cuyo mensaje se revela al leer la letra. Muchas veces veo imágenes claras que interpreto en el momento. Si las respuestas son rápidas o abundantes, es útil anotarlas: lo que viste y cómo lo interpretaste.
Si te abres a escuchar sin hacer preguntas, puede que recibas mensajes para otros. En esos casos, sabrás que tienes que contarle algo a alguien o llamarlo.
Escuchar al compañero/a #
Al igual que con el bosque, podemos conectar con otro ser humano. De hecho, es algo que estamos haciendo constantemente, aunque no siempre seamos conscientes de ello.
La complejidad de la práctica con otro ser humano radica en los límites. La ventaja de practicar con personas es la riqueza de sensaciones y percepciones que amplían enormemente el autoconocimiento.
En este contexto, “compañero/a” no se refiere a una pareja amorosa, sino a cualquier otra persona con la que se acuerde entrar en un espacio de meditación compartido. Cuanta más diversidad tengan tus compañeros, más aprenderás sobre ti mismo/a.
Los riesgos de la meditación a dos son:
- Perderse en el otro con el fin de complacer, olvidándose de uno mismo.
- Confundir la conexión profunda con el enamoramiento. Se entra en contacto con el amor, pero no el amor de pareja. No quiere decir que, de estas conexiones, no pueda surgir una relación, pero hay una diferencia. Si la meditación se realiza con conciencia, las personas entran en contacto con el amor puro, que no pide nada a cambio, que no espera nada, que simplemente es. Este contacto puede confundirse.
- No escucharse a uno mismo y acabar haciéndose daño por no poner un límite.
Definimos límites #
Es esencial saber decir “no” de una forma amable, clara y consistente. Si esta práctica se realiza sin instructor, es importante que haya confianza en la otra persona, quien sabrá respetar y comunicar los límites. Sobrepasar un límite hace daño a ambas partes.
Escuchar a otro en estado meditativo se hace a través del cuerpo, con todos sus niveles, incluidos los energéticos y emocionales. Esta conexión llega al corazón, y ese viaje, por nuestras heridas, es delicado.
Puede que la práctica se limite a un intercambio visual o que se acompañe de tacto.
Si se abre la posibilidad del tacto, es fundamental:
- Nombrar qué partes del cuerpo no pueden ser tocadas.
- Hablar sobre la intensidad del contacto.
- Usar una palabra de control, como “basta”, que significa que todo contacto se detendrá de inmediato.
- También se pueden usar palabras como “más” o “menos” para controlar la intensidad.
- Si el contacto es amplio, como en una sesión de masaje, es necesario definir áreas con dolor o lesiones.
Con o sin tacto, es recomendable definir un límite de tiempo.
Meditación sin contacto #
Nos sentamos uno frente al otro, ya sea en una silla o en el suelo. Se realiza un saludo amable para abrir la comunicación y se definen los límites. Uno de esos límites es la distancia; debéis encontrar la distancia que resulte relajada para ambos.
No es necesario, pero algo de música con un ritmo lento y sin demasiada complejidad puede ayudar, sobre todo para marcar los tiempos. Abajo encontrarás enlaces a listas de reproducción en Spotify.
Cada uno entra hacia adentro primero con los ojos cerrados.
Cuando se haya alcanzado un poco de quietud, se abren los ojos y se utiliza la mirada ampliada. Si tu compañero/a aún no ha abierto los ojos, obsérvalo/a con los ojos cerrados.
La invitación es a estar en contacto con la respiración, las sensaciones del cuerpo, la postura (comodidad ante todo) y lo que estás viendo: al otro, y lo que verle te hace sentir… todo al mismo tiempo.
En el momento en que ambos tengan los ojos abiertos, el objetivo es simplemente mantener la atención.
Es posible que una mirada se vuelva demasiado intensa, incluso intimidante. En ese caso, se debe comunicar y pedir algo de distancia. Sin embargo, no se trata de alejarse físicamente, sino de ampliar el campo. La persona que está mirando con más intensidad primero debe intentar expandir aún más la mirada; si aún así se siente que es necesaria más distancia, puede imaginar que su cuerpo se aleja, retrocediendo.
La mirada no tiene por qué ser constante; pueden ocurrir parpadeos y descansos, cerrando los ojos por momentos. La idea es volver al contacto visual y sentir.
Se pueden emitir sonidos y hacer peticiones, pero es mejor evitar entrar en conversaciones. Si la atención se dispersa, lo primero es volver a uno mismo, al contacto que tengas con el suelo, los pies, las piernas, los glúteos.
Si puedes, intenta mantener la atención en el corazón mientras miras al otro y ábrete a ver, a sentir a esa persona que está a unos centímetros de ti.
Meditación con contacto #
Si tu compañera/o ha aceptado el tacto como lenguaje, después de haber pasado unos minutos en el contacto visual, simplemente levanta una mano y deja que se encuentre con la de él o ella. Si puedes, no guíes la mano con la mente, solo déjala ir; se moverá “sola”.
Dejad que las manos empiecen a bailar, y puede que se unan las otras manos, o que os apetezca mover la espalda en un balanceo de acercamiento y distancia. Cuida los límites que te han comunicado.
Mientras todo esto ocurre, la atención se enfocará más en el contacto de la piel, pero al mismo tiempo debes mantener la conciencia en la respiración y las sensaciones internas. Hay que estar dentro y fuera al mismo tiempo.
Al entrar en contacto, la mayoría de las personas prefiere cerrar los ojos, o los cierra sin pensar. Te invito a jugar con esto y ver cómo cambia la percepción del tacto al abrir y cerrar los ojos.
Deja que los cuerpos bailen sin buscar nada, sin ir a ninguna parte, sin intentar dar o recibir… solo deja que la vida ocurra y se abra camino desde tu espíritu hacia tu cuerpo para crear la unión con el otro, que también es tú, como el bosque.
Playlists #
- Meditación “a dos”
- Diseñada para este texto en contacto, también se puede usar para la visual pero sería un poco larga.
- Principio para ir al interior. Luego ritmos medios con alegría y sentido de unión.
- Diseñada para este texto en contacto, también se puede usar para la visual pero sería un poco larga.
- Masaje 2023.2.1_h
- Diseñada para el masaje tántrico en loop a 3 horas.
- Masaje 2023.1
- Masaje energético.
- Masaje 2022.2
- Masaje energético.
- Shakti - Yemayá worshipping
- Ritual de adoración a Shakti - Yemanyá (al femenino)
- Adi Shakti: Este mantra invoca y honra la esencia misma de Shakti en todas sus formas y manifestaciones.
- Chamundaye: protección y fuerza.
- Durgayei: bendición y superar obstáculos.
- Mahalakshmyai: atraer la riqueza material y espiritual.
- Kamakhyaayai: despertar el amor y la atracción.
- Bhuvaneshwaryai: conectarse con su energía universal y encontrar equilibrio y armonía.
- Ritual de adoración a Shakti - Yemanyá (al femenino)
- ¡Levántate y anda! ¡Respira! ¡La magia existe!
- Para bailar con suave alegría.
- Mantras “balance”
- Mantras de balance.
- Dark Dance
- Para explorar lugares más oscuros.