Sibila #
La Sibila, como figura mítica, es un punto de convergencia entre diversos elementos simbólicos y espirituales, entrelazando aspectos de la sabiduría ancestral y la conexión con los flujos energéticos universales.
En mi interpretación, la Sibila actúa como un catalizador similar al chakra del corazón, reflejando el lugar donde convergen las energías para transformar, sanar y unificar. No es solo un símbolo estático, sino una figura viva de transformación: la intuición, el conocimiento ancestral y la conexión con la energía cósmica y terrenal se integran en ella y en nuestro corazón.
Es una figura que resuena, tanto en sus técnicas como en su lenguaje, con el culto a Dionisio, el Tantra y las tradiciones cheroqui.
Las sibilas, como mujeres profetisas, herederas de un linaje, que trabajaban en templos entrando en trance y éxtasis para contactar con Apolo y el inframundo también conectan con las sacerdotisas dionisiacas y tántricas.
Mi investigación surge de la necesidad de conectar de manera profunda y simbólica con la sabiduría que atraviesa los territorios y las culturas.
La Sibila y el bosque me susurran un rumbo, un rumbo que transita entre lo natural y lo ancestral, a través del agua y de los árboles. Un camino que se dibuja en los mapas: desde Mallorca, donde aún resuena su canto, me ha llevado cerca de Tívoli y su bosque. Parece que apunta hacia Creta y Turquía. Creta como posible origen del culto a Dionisio y Turquía, Anatolia, por su relación con la Sibila de Eritrea.